Hallan fósiles de Saurópodos en San Felipe Otlaltepec.


En México, “huevos, dientes, huesos, huellas y piel” de dinosaurios. “Los yacimientos con más evidencias directas se han localizado en Baja California (El Gallo y La Bocana Roja), Sonora (Cuenca Cabullona), Michoacán (Barranca de los Bonetes), Puebla (San Felipe Otlaltepec) y Chiapas (Ocozocoautla). Las edades registradas van desde los 163 millones de años, en el Jurásico medio, hasta los 66 millones de años en el Cretácico Tardío”, indica el estudio de la UNAM. Aún falta estudiar 71 por ciento de los yacimientos en el país, es decir excavar, identificar y clasificar los hallazgos.

 En Puebla, cerca de la cantera Tlayúa, hay un poblado conocido como San Felipe Otlaltepec, aquí se han encontrado restos de saurópodos (los típicos dinosaurios de cuello largo) señaló Carolina Guillón colaboradora para el Museo del Desierto y el Museo Tyrrell de la ciudad de Alberta en Canadá, para el medio Crónica.

 Es importante recalcar que cada año y en ocasiones cada seis meses, alumnos de la Licenciatura de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizan viajes de estudios para recoger muestras de fósiles marinos y diversas especies para realizar investigaciones científicas y profectos tesísticos.

Casas antiguas popolocas

Nchīyā gāxémá
Nchīyā tjūā
¡Nchīyā nd'uani!

Los materiales de la región han servido para la construcción de las tradicionales casas de palma seca y casas de piedra caliza, que en tiempos pasados marcaron el panorama de la región. Las casas de palma siempre se construían orientadas según la dirección del viento, lo que permitía una buena ventilación. En la construcción de estas casas no se usaba un solo clavo, todo iba amarrado con la misma palma. Su estructura estaba tan bien diseñada que permitía mudar la casa a otro terreno o solar habitacional, lo cual implicaba todo un ritual, además de la solidaridad y la organización comunitaria.



Las casas de piedra se elaboraban labrando previamente y de manera artística las piedras blancas, no se usaban los castillos en las esquinas, pues las mismas piedras iban “amarradas” unas con otras. La ingeniosa colocación de cada piedras no hacía prescindibles las trabes en las puertas y ventanas. En este tipo de construcción no se usaba nada de cemento ni varillas, el reboque se solucionaba con una mezcla de cal y arena.



Dentro del pueblo ya no es común encontrar casas habitación con techo de palma, las que se conservan se usan como cocina o bodega. Son cada vez menos también, los que conservan las tradicionales casas de piedra labrada con techo de teja o las bardas de piedras calizas apiladas, el concepto de "modernización" influye en el abandono de las construcciones y uso de las casas tradicionales, pese a testimonios de los mismos habitantes de San Felipe de que dichas casas son más confortables.

Frutos típicos de la mixteca poblana

Chjē es el nombre genérico en ngiwa para los frutos de los cactus, los hay de distintos tamaños, colores y sabores. Algunos de los más conocidos son: chjēgíʒín (xiconochtle), chjēxína (pitaya de mayo), chjēnūvān (garambullo), chjēkatjo' (xiotilla), chjēnājni (pitajaya), chjēnde, chjichipe… hay tanta variedad que algunas ni siquiera tienen sus nombres en español, sino en las lenguas originarias de los pueblos cuyos antepasados han vivido en estas zonas de cactáceas desde hace miles de años.




Los frutos de los cactus son muy deliciosos, contienen hierro, calcio y fósforo, así como vitamina B, C y E. Si no has probado un chjē o pitaya, te invitamos a visitar la parte sur de Puebla: Molcaxac, Tepexi, Ixcaquixtla, Acatlán, Tehuacán o Zapotitlán Salinas, en este último lugar también se puede degustar estos frutos en agua fresca, paleta y licor.




El tejido de palma, tradición que se niega a morir

El tejido de palma en San Felipe es tradición desde la época prehispánica, sin embargo, las malas cosechas y las dificultades en distintas etapas de la historia local, ha obligado a las y los tejedores a manufacturar casi exclusivamente petates para procurar la alimentación de la familia.

En 1974, el antropólogo Klaus Jäcklein comentó sobre el tejido con palma en San Felipe Otlaltepec: “De sus habilidades textiles, sólo han proseguido en forma activa la manufactura de petates, mientras que han abandonado la producción de canastas, cestos, sacos, mecapales, sandalias, juguetes, adornos, jaulas para pájaros y cunas tejidas..."



Con el objetivo de estimular la capacidad creadora y desarrollar las habilidades artísticas de las niñas y los niños en San Felipe Otlaltepec estamos compartiendo técnicas de tejido con la palma para preservar este arte ancestral herencia de nuestros abuelos y ¿por qué no? también podemos pensar en la elaboración de artesanías como un ingreso extra a la economía local.



Inicia Apreciación Lengua y Cultura Ngiwa 2015

Con el objetivo de valorar, preservar y difundir los conocimientos sobre la lengua y la cultura originaria de San Felipe Otlaltepec, desde el año 2012, se realiza el taller denominado Apreciación Lengua y Cultura Ngiwa, cada año se suman más personas a esta iniciativa que la coordinan voluntarios de la Casa de Cultura Kajne Nguíva y el Albergue Escolar. ¡Te esperamos este año 2015!






Agua Paloma

Ndaꞌxēndájnaꞌ Agua Paloma Su nombre ngiwa se deriva de: Ndaꞌ (agua / manantial) y kuxēndájnaꞌ (paloma).


Agua Paloma es un hermoso oasis en un rincón de San Felipe Otlaltepec, cerca de ahí hay huertos tradicionalmente llamados “riegos”. En los barrancos donde corre el riachuelo es posible lavar la ropa y bañarse para refrescarse en los días calurosos de verano, sus pilancones sirven de abrevaderos tanto para el ganado como para el humano. Los ahuehuetes del lugar son testigos de las muchas historias que han acontecido en sus alrededores y de las distintas pláticas bajo sus sombras.

Es uno de los manantiales más importantes de San Felipe Otlaltepec, en los alrededores de Agua Paloma hay evidencias arqueológicas de asentamiento humano previo a la fundación del actual pueblo, de hecho la tradición oral informa que Agua Paloma es uno de los puntos donde provienen los fundadores de San Felipe Otlaltepec. Hay testimonios que incluso, vecinos de Santa Ma. Nativitas Cuautempan, pueblo que carece de manantiales, se abastecían de agua en dicho lugar en épocas remotas.


En algunas ocasiones, en Agua Paloma se han hecho ceremonias y rituales para agradecer y para pedir la lluvia, quizá dicha tradición se remonta a los antiguos ngiwas, que tenían un profundo respeto por los elementos generadores de vida, particularmente el agua, en una zona seca en la mayor parte del año.

Chapulines o grillos

Para los que confunde los chapulines con los grillos, entre otras diferencias: Los grillos cantan y no se comen, el grillo en ngiwa se llama kuchijndri, es una onomatopeya de su canto, según los oídos de nuestros abuelos, no cantan cri-cri sino jndri, jndri. Los chapulines no cantan y estos sí son comestibles, muy ricos en proteínas, además de deliciosos.