Casas antiguas popolocas

Nchīyā gāxémá
Nchīyā tjūā
¡Nchīyā nd'uani!

Los materiales de la región han servido para la construcción de las tradicionales casas de palma seca y casas de piedra caliza, que en tiempos pasados marcaron el panorama de la región. Las casas de palma siempre se construían orientadas según la dirección del viento, lo que permitía una buena ventilación. En la construcción de estas casas no se usaba un solo clavo, todo iba amarrado con la misma palma. Su estructura estaba tan bien diseñada que permitía mudar la casa a otro terreno o solar habitacional, lo cual implicaba todo un ritual, además de la solidaridad y la organización comunitaria.



Las casas de piedra se elaboraban labrando previamente y de manera artística las piedras blancas, no se usaban los castillos en las esquinas, pues las mismas piedras iban “amarradas” unas con otras. La ingeniosa colocación de cada piedras no hacía prescindibles las trabes en las puertas y ventanas. En este tipo de construcción no se usaba nada de cemento ni varillas, el reboque se solucionaba con una mezcla de cal y arena.



Dentro del pueblo ya no es común encontrar casas habitación con techo de palma, las que se conservan se usan como cocina o bodega. Son cada vez menos también, los que conservan las tradicionales casas de piedra labrada con techo de teja o las bardas de piedras calizas apiladas, el concepto de "modernización" influye en el abandono de las construcciones y uso de las casas tradicionales, pese a testimonios de los mismos habitantes de San Felipe de que dichas casas son más confortables.

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